CIENCIAS SOCIALES
domingo, 15 de marzo de 2015
Biografía de Juan Montalvo
Juan Montalvo es un ícono en la Literatura Ecuatoriana, porque fue un ensayista y novelista muy reconocido. Es por esto que estoy hablando sobre él, sus obras, su amor a la libertad y su odio a la tiranía. Todas sus obras y sus características nos dejaron un gran legado para la literatura Ecuatoriana moderna y que ahora nos sirve muchísimo en la composición de ensayos y novelas de un nivel insuperable como era la firma de Juan Montalvo. Gracias a él ahora podemos tener grandes ejemplos de novelas y ensayos en los que a mi me encanta ver como todo lo hace por la justicia del pueblo, y sobre todo defiende con su sangre lo que el piensa ya que en ese tiempo, si alguien pensaba algo distinto, por lo general era condenado a muerte.
Juan Montalvo siempre fue un joven sencillo y sin lujos, lo que cuando creció le sirvió para poder estar en contra de las injusticias, y querer que su país sea un lugar libre lo que le llevo a escribir sobre eso, a demandar la dictadura de su época y quedarse de brazos cruzados.
Juan Montalvo nace en Ambato un 13 de Abril de 1832 y murió un 17 de Enero de 1889 en París, Francia. Juan Montalvo desde joven se dedicó al cultivo de las letras, por tanto sus obras son el producto de su afición y dedicación, tales como: "Los Siete Tratados", "Capítulos que se le olvidaron a Cervantes", "La Dictadura Perpetua", "El Cosmopolita", "Las Catilinarias", "El Espectador", "El Regenerador", "Geometría Moral", "La Mercurial Eclesiástica".
Él tenía un pensamiento liberal muy marcado por el anticlericalismo y era un gran
Opositor de García Moreno e Ignacio de Veintimilla. Él se expresaba por medio de la revista” El Cosmopolita”. Entre sus temas más frecuentes esta la Civilización y Barbarie, en el ensayo hispanoamericano se consideraba que la barbarie era el obstáculo para el avance, la cultura. Así Juan Montalvo dijo que un barbarie era el uso de la fuerza bruta, la opresión, el despotismo y el fanatismo religioso, por lo cual él estaba totalmente en contra.
El también hacia críticas bastante duras a la política, era muy desagradable la situación del país, así que él no soportó y empezó a escribir sobre eso. Aunque él era muy respetuoso de las leyes, pero le molestaba el hecho de que algunas fueran muy injustas, y sobretodo increíblemente duras así que el en “El Cosmopolita” el empezó a atacar a los legisladores que creaban o derogaban leyes a su antojo, y sobre todo pensando sólo en su bien estar y no en el pueblo como debería ser.
Sin duda es la personalidad más singular y atractiva de la historia literaria Ecuatoriana. Esto se fue cultivando desde que él era un infante ya que tenía una gran firmeza de las ideas, la honradez todo este era el ambiente familiar en el que el creció.
Nosotras debemos aprovechar el gran valor que nos dejó Juan Montalvo, el coraje, de poder decir lo que sea, de defender tus ideales, de dejarlo todo, arriesgarlo todo, tu vida sobre todo, por lo que piensas, no dejar que se den injusticias, ese es un legado que nos da, debemos seguir su ejemplo.
MUJERES EN LA POLÍTICA LIBERAL
La batalla de las mujeres por conquistar las libertades civiles y la dignidad como personas fue muy cuesta arriba. Arrastraban una milenaria historia de subordinación a la autoridad masculina que era muy difícil de eliminar. Curiosamente, en el mundo occidental esa condición de vasallaje se agudizó tras la conversión de Roma al cristianismo, ocurrida en el siglo IV, puesto que en la Roma pagana las mujeres tuvieron ciertos derechos y atribuciones que comenzaron a perder rápidamente con la entronización del cristianismo.
En efecto, la tradición judeocristiana era profundamente misógina y se asentaba en una interpretación sin matices de las Escrituras. Los primeros siglos del cristianismo resultaron tan severos con el género femenino, que hasta se discutió si las mujeres tenían realmente alma, o si eran criaturas endemoniadas puestas en el mundo para la perdición de los hombres, debate que se zanjó en el siglo V durante un apasionado concilio de obispos en el que, finalmente, se aceptó la idea de que las mujeres también estaban dotadas de espíritu. En todo caso, durante siglos las mujeres no pudieron educarse, ni pertenecer a la alta estructura jerárquica de la Iglesia. Tampoco, llegada la Edad Media, fueron admitidas en los gremios, en los que hubieran podido adquirir ciertas destrezas profesionales o artesanales. De manera que, incultas y sin oficio ni beneficio, quedaban condenadas a realizar tareas domésticas, sometidas a una absoluta dependencia del hombre, incluso en el terreno jurídico, dado que ni siquiera podían contratar o acceder a la propiedad sin el consentimiento del padre o del marido.
La primera voz feminista realmente importante que se rebeló contra este estado de cosas fue una extraordinaria inglesa llamada Mary Wollstonecraft, nacida en Londres a mediados del siglo XVIII. Mary Wollstonecraft, perteneciente a una familia burguesa, dirigida por su padre, un hombre brutal, se hizo maestra, y junto a su hermana creó una escuela en la que predicaba que los ideales de la Ilustración debían extenderse a las mujeres, dado que éstas vivían en un estado de subordinación al hombre que les impedía desarrollar todo su potencial. La mujer, pues, no debía ser un sujeto dulce y pasivo encerrado en el hogar para uso y disfrute del hombre, sino que era un individuo con sus necesidades psicológicas e intelectuales intensas e independientes, y hasta tenía derecho a disfrutar de una placentera vida sexual, declaración que escandalizó a la pacata sociedad de su época.
POR: ISRAEL CARRASCO
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